¿Por qué conformarse con una reproducción impresa cuando puedes tener una buena copia original de

¿Por qué conformarse con una reproducción impresa cuando puedes tener una buena copia original de
"La noche estrellada" 1889, Vincent van Gogh. Copia facsímil realizada con acrílicos sobre cartón por Francisco R. Mayoral (1996).

domingo, 24 de agosto de 2014

Ritual de seducción (gouache sobre cartón, 1974)



Obra original de Francisco R. Mayoral, 1974







Todo ser humano con un mínimo de imaginación se deja llevar por ella para fantasear con esos sugerentes momentos que constituyen los más deseados ensueños de la vigilia. La casi onírica visión de las pasiones más profundas que anidan en el interior de cada uno. Unas veces confesables y otras no tanto. Pero siempre privativas de ese territorio de libertad absoluta e inexpugnable al que nada ni nadie puede acceder, salvo con permiso expreso de quien lo sueña e imagina.

Ignoro si es así para todos, porque sólo conozco las mías; pero, en mi caso, confieso que suelen ser largas historias que mi mente proyecta como películas en las que las imágenes se suceden y agolpan, sin orden establecido, a veces superpuestas, pero en absoluta y excitante coherencia narrativa, sin otra exigencia de guión que la de aportarme la máxima satisfacción... sin límites ni censuras. Placer irrenunciable de breves minutos en los que flotando se puede vivir una eternidad. Un pequeño pliegue existencial que puede contener toda una vida en una miríada de sensaciones y emociones.

De una de esas hermosas historias, rescaté un delicado y fascinante instante para retenerlo congelado en la retina de la memoria que empieza a necesitar gafas para ver bien en la distancia del tiempo.

Para mí, este "Ritual de seducción", que pinté en 1974 y hoy comparto, es una de esas imágenes suaves y sugerentes. La bella mujer que, en su tocador, cepilla lenta y cuidadosamente sus largos cabellos, muestra al observador la delicada anatomía de su cuello y espalda mientras insinúa otras partes de su cuerpo no menos hermosas y deseables. La práctica del rito puede convertirse en mito perfumado con la fragancia del deseo secreto... ¿antes o después de ir al lecho? Quede la respuesta para el gusto de cada cual.

Aquí deposito la memoria de este fragmento de fantasía, con la esperanza y deseo de que estimule la de todos los amigos y visitantes de duplicART.

Gracias por vuestras miradas y estimulantes palabras, si deseáis hacer algún comentario, siempre bien recibido.


Gouache sobre cartón.
Formato: 66x65 cm
No disponible (puede duplicarse por encargo en formato a medida).


2 comentarios:

Ángeles Bailando dijo...

Es una pintura bellísima. Ese movimiento del brazo derecho cepillándose el pelo, hecho con tanta soltura... Esa luminosa espalda... No has podido plasmar mejor esa historia o película,proyectada por tu mente, en algún momento que, sin duda, tus pinceles han sabido hacer eterno en un fascinante y cautivador, ritual de seducción. Te felicito.

Francisco R. Mayoral dijo...

Agradezco mucho tu felicitación, Ángeles, porque este es uno de mis cuadros favoritos... Quizá, con los años, he sucumbido a la seducción de ese cautivador ritual.

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