Conmovido y horrorizado Francisco R. Mayoral pintó su versión del "Guernica" en 1974. |
Ninguna obra de arte surge aislada, al margen del tiempo y el momento que la vio nacer, el "Guernica" quizá menos que ninguna otra. Pintada por Pablo Picasso para el Pabellón de España en la Exposición Internacional celebrada en París en 1937, por encargo del gobierno para el pabellón montado por la II República Española con carácter propagandístico.
Picasso, 1937 |
El significado y la lectura de esta obra va más allá de la triste efemérides que le da nombre; no proclama la crueldad de una masacre concreta sino que se convierte en un alegato paradigmático contra la crueldad y la injusticia de la guerra y contra la barbarie propia del fascismo de cualquier signo.
Este cuadro es el símbolo pacifista por antonomasia y ante el cual no podemos quedarnos indiferentes. La fuerza con que la brutalidad y la crueldad a las que el hombre puede llegar están allí encarnadas en el discurso gritado por esas silenciosas imágenes grises, por esas figuras con olor a sangre y fuego.
La empatía experimentada por nuestro autor, le condujo a solidarizarse con las profundas emociones que el "Guernica" transmite y, superando las dificultades, pintó su propia réplica de este icono en 1974, cuando comenzaba el epílogo del régimen franquista.
Gouache sobre cartulina (enmarcado)
Formato: 47x99,5 cm
Tamaño enmarcado: 52x104 cm
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